Fotovoltaica Aislada
No es ninguna novedad que las instalaciones fotovoltaicas aisladas están trayendo múltiples beneficios a las personas y el medio ambiente.
Cuando hablamos de la colocación de esta fuente de energía solar, hacemos alusión a la producción individual de electricidad para el propio consumo, mediante paneles solares.
Esta es la razón por la que cada vez más hogares y empresas optan por colocar paneles solares y proveerse así de energía.
Algunas de nuestras instalaciones
Cómo funciona la instalación
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El sistema solar fotovoltaico convierte la energía solar en electricidad
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Las baterías almacenan la energía generada.
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El inversor transforma la electridad a corriente alterna para ser utilizada
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La energía puede ser utilizada cuando es requerida
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Cómo se configura la instalación
La configuración básica de una instalación fotovoltaica aislada de la red eléctrica está compuesta por: un generador fotovoltaico (los paneles), regulador de carga y una batería.
La batería es la encargada de ir acumulando la energía entregada por los paneles solares durante las horas de mayor radiación, con el fin de poder utilizarla en las horas en las que el sol se escondió o en esos días nublados, en donde es más complejo obtener energía.
Por su parte, el regulador de carga es el objeto encargado de controlar la carga de la batería para evitar sobrecargas o descargas excesivas que compliquen su normal funcionamiento.
Por último, los paneles son el vehículo mediante el cual se absorbe la energía del sol para utilizar en la vivienda.
En los hogares es muy común este tipo de configuración porque logra convertir, la energía acumulada en las baterías, en corriente alterna, que es, en definitiva, la utilizada en la cotidianeidad de las personas.
Tipo de instalaciones fotovoltaicas
Hay dos tipos de instalaciones fotovoltaicas aisladas con acumulación de energía. Si tienes dudas sobre cuál es la idónea para tu vivienda o comercio, simplemente tienes que consultarnos.
En primera instancia, encontramos la que denominamos sistema clásico, que consiste en un grupo de paneles que generan electricidad para almacenar en unas baterías.
Esta es la energía utilizada normalmente cuando hay una gran demanda de consumo, normalmente a través de un inversor.
El inversor lo que hace es, cuando las baterías han almacenado suficiente energía, coger la necesaria y transformarla corriente alterna.
Este sistema de instalación fotovoltaico aislado clásico es extremadamente eficaz, por lo que es uno de los más elegidos en todo el mundo.
Por su parte, encontramos el sistema aislado híbrido, que también tiene como finalidad alimentar consumos en corrientes alternas. En este sentido, es habitual que se lo utilice para instalaciones solares de mucha envergadura.
En este tipo de instalaciones, la finalidad es convertir la energía producida por los paneles en corriente alterna de inmediato, mediante un inversor.
En definitiva, se alimenta buena parte del consumo sin la necesidad de que pase por las baterías, como ocurre en el sistema clásico.
Esta rapidez tiene la enorme ventaja de generar una mayor eficiencia energética, puesto que la conversión es extremadamente rápida.
Al mismo tiempo, alarga la vida útil de las baterías porque la mayor parte de la energía generada es directamente consumida.
