Energía fotovoltaica

La energía solar es la producida por la luz, la energía fotovoltaica, o el calor del sol, termo solar, para la generación de electricidad o la producción de calor. Como proviene del sol, es una fuente inagotable y renovable. La manera de obtenerla es a través de paneles y espejos.

¿Cómo se logra alcanzar esta energía?, pues, a través de las células solares fotovoltaicas, que convierten la luz de la estrella en electricidad por medio de lo que se conoce como efecto fotoeléctrico. Este procedimiento se da mediante determinados materiales que son capaces de absorber fotones (partículas lumínicas) y liberar electrones, generando así una corriente eléctrica.

Toda esta técnica, aplicada a instalaciones de casas y edificios, está trayendo múltiples beneficios para los usuarios y el medio ambiente. Por esta razón, es una tendencia que está creciendo exponencialmente en todo el mundo.

Tipos de instalaciones fotovoltaicas

Beneficios de la energía fotovoltaica

La energía fotovoltaica posee numerosos beneficios, tanto para los usuarios como para el medio ambiente. Entre las principales ventajas de su instalación, encontramos que es renovable, no contaminante y está disponible en prácticamente todo el planeta. Además, contribuye al desarrollo sostenible y a la generación de empleo en todas aquellas zonas en las que se implanta.

A su vez, la instalación de energía fotovoltaica ayuda a tener un consumo mucho más responsable por parte de los usuarios, un aspecto no menor teniendo en cuenta que en la actualidad es un bien escaso. Por último, su mantenimiento es relativamente sencillo, incluso para aquellas personas que no están familiarizadas con el sector. De todas maneras, en este punto siempre es importante contar con profesionales de confianza.